Los estudios e informes disponibles sobre los ingredientes responsables de la dermatitis de contacto que se encuentran en los productos cosméticos y para el cuidado personal son limitados (1). La dermatitis de contacto es una afección alérgica o inflamatoria de la piel (eczema, dermatitis) desencadenada por la exposición a un agente ambiental, casí siempre caracterizada por eritema, vesiculación y picazón.

Hasta la década de 1960, se creía que los productos de cuidado personal aplicados tópicamente sobre la piel permanecían en la superficie del cuerpo, y solo en las últimas décadas se ha verificado que ciertas sustancias pueden penetrar a través de la piel y causar una exposición sistémica (3). Tras este descubrimiento, se modificó el enfoque hacia la evaluación de cosméticos y productos para el cuidado de la piel, y se han desarrollado varias pruebas para evaluar la posible penetración cutánea y la toxicidad sistémica (4). En la EU, las reglamentaciones sobre productos cosméticos y productos de higiene personal se introdujeron en 1976 con la Directiva sobre cosméticos de la EU, documento que se ha actualizado periódicamente. En los últimos años, los investigadores se centraron en el desarrollo de métodos de ensayos alternativos para reemplazar las pruebas en animales, prohibidas en la Unión Europea para productos cosméticos (2004) y para ingredientes cosméticos (2013) por esta misma Directiva de la UE, que desde marzo de 2009 también impuso una prohibición de comercializar productos probados o que contengan ingredientes probados en animales (5).

Varios estudios de la literatura disponible sobre dermatitis de contacto relacionada con cosméticos trataron de identificar las causas más comunes de reacciones alérgicas a partir de productos de cuidado corporal. Un estudio reciente en el Reino Unido reveló que, durante un año, el 23% de las mujeres y el 13,8% de los hombres experimentan reacciones alérgicas o adversas a los productos de cuidado personal (6). La cara reveló ser el área del cuerpo más comúnmente afectada (7), y la mayoría de las reacciones parecían ser causadas por productos para el cuidado de la piel, seguidos de cosméticos para uñas, perfumes y tintes para el cabello (8).

Los estudios revelan que hasta el 10% de los pacientes dermatológicos a los que se aplica el parche son alérgicos a los productos cosméticos o a sus ingredientes (6) y según varios estudios sobre alérgenos en cosméticos (por ejemplo, de Groot et al., 1988; Travassos et al. 2011), los conservantes fueron el desencadenante más frecuente, seguidos por las fragancias y los emulsionantes. La presencia de alergenos se confirmó de acuerdo con la etiqueta de ingredientes en los productos, y los ingredientes más comunes que causan reacciones alérgicas fueron:

- Kathon® CG y otras mezclas de metilcloroisotiazolinona / metilisotiazolinona (en limpiadores faciales, productos de higiene íntima, cuidado del cabello)

- Octocrylene (en productos de protección solar)

- Formaldehído y liberadores de formaldehído (en productos de limpieza corporal y cuidado de la piel)

- Resina de toluenosulfonamida / formaldehído y acrilatos de uñas (en endurecedor de uñas y laca de uñas)

- Oleamidopropil dimetilamina (en lociones para el cuerpo del bebé)

Las personas con cual su profesión u ocupación requieren lavado frecuente y desinfección corren un mayor riesgo de desarrollar dermatitis de contacto debido a la mayor exposición a productos de limpieza e hidratación, pero al aplicar diariamente el cuidado de la piel y los cosméticos en la piel, cada uno de nosotros puede desarrollar una reacción inflamatoria o alérgica a un producto de cuidado personal; leer la etiqueta de los ingredientes y saber lo que contienen nuestros cosméticos puede ayudarnos a prevenir estas reacciones.

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(1) Travassos A.R., Claes L., Boev L., Drieghe J., Goossens A. (2011) Non-fragrance allergens in specific cosmetic products, Contact Dermatitis, vol.65, n.5, pp.276-285
(2) Saint-Mezard P., Rosieres A., Krasteva M., Berard F., Dubois B., Kaiserlian D., Nicolas J-F. (2004) Allergic contact dermatitis, European Journal of Dermatology, vol.14, n.5, pp.284-295
(3) Nohynek G.J., Antignac E., Re T., Toutain H. (2010) Safety assessment of personal care products/cosmetics and their ingredients, Toxicology and Applied Pharmacology, vol.243, n.2, pp.239-259
(4) Corbett J.F., Sharma R.K., Dressler W.E. (1999) Chapter 37 – Cosmetic Toxicology, Toxicology, Academic Press, pp.899-918
(5) European Commission (11 March 2013) Full EU ban on animal testing for cosmetics enters into force. Online resource: http://europa.eu/rapid/press-release_IP-13-210_en.htm 
(6) Orton D.I., Wilkinson J.D. (2004) Cosmetic Allergy – Incidence, diagnosis, and management, American Journal of Clinical Dermatology vol.5, n.5, pp.327-337
(7) de Groot A.C. (1987) Contact allergy to cosmetics: causative ingredients, Contact Dermatitis, vol.17, n.1, pp.26-34
(8) de Groot A. C., Bruynzeel D. P., Bos J. D. et al. (1988) The allergens in cosmetics, Arch Dermatol., vol.124, n.10, pp.1525–1529